La represión de las protestas y los bloqueos de carreteras causan 20 muertos en Perú

La primera víctima del estallido social que tiene en vilo a Perú fue David Atequipa Quispe, un adolescente de 15 años que comenzaba a descubrir la vida. La segunda, un chiquillo que apenas había cumplido la mayoría de edad y que no podrá emular nunca más en una cancha de fútbol a las dos megaestrellas que componen su nombre: Beckham Romario Quispe Garfias. Ambos nacieron en Andahuaylas, una región de la sierra Sur del país. Ambos salieron de sus casas para protestar tras la destitución de Pedro Castillo y contra el nuevo Gobierno de Dina Boluarte y no volvieron más. Fueron alcanzados por proyectiles de fuego y sus gritos, acallados con balas.

Entre el domingo y el viernes, según los reportes del Ministerio de Salud y la Defensoría del Pueblo, el número de fallecidos se ha elevado a 20, de los que más de la mitad murieron de forma directa durante el enfrentamiento con las Fuerzas Armadas y el resto a causa del bloqueo de carreteras. Por lo menos siete no superaban los 19 años. Ninguno falleció en Lima, la capital, sino en la serranía y en la costa: Apurímac (6), Ayacucho (8), Huancavelica (1), Junín (1), Arequipa (1), y La Libertad (3). La ministra de Educación, Patricia Correa, ha presentado este viernes su dimisión por el uso de la violencia “desproporcionada y generadora de muerte” de las fuerzas de seguridad. Después ha dejado su cargo también el ministro de Cultura, Jair Pérez. Ambos habían sido nombrados en el cargo el pasado sábado 10 de diciembre.