Jhasmani no tiene problema en defender a Camacho, sugiere «atacar» y ve chances de «libertad»

El «Abogado del diablo» nota ciertas «irregularidades» que si son denunciadas, podrían derivar en la liberación del líder de Creemos.

Luis Fernando Camacho (i) y el abogado Jhasmani Torrico. COMPOSICIÓN OPINIÓN

Jhasmani Torrico, el Abogado del diablo, está dispuesto a defender a Luis Fernando Camacho, quien se encuentra detenido en Chonchocoro, acusado dentro del caso «Golpe de Estado I».

Torrico apuntó que no se ofrece como abogado del de Creemos, pero dejó en claro que si requiere sus servicios, no tiene ningún problema en asumir la defensa del actual Gobernador cruceño.

“Si hay alguna persona, cualquier ciudadano que me busque para asumir su defensa como abogado defensor que soy, no podría negarme. No se defiende el delito, sí a la persona”, aseveró Torrico.

Incluso, el Abogado del diablo afirmó que si lee los antecedentes del caso puede encontrar “varias irregularidades” que, si se denuncian, podrían concluir con la libertad de Camacho.

En ese sentido, Torrico recomendó al equipo legal de la autoridad cruceña «atacar» el “tema de fondo” y no enfocarse en la salud para lograr su libertad.

“No pierdan tiempo con el tema de salud. Defiendan el tema de fondo. Incidentes, lo que está mal, denuncien lo que es ilegal, pidan controles jurisdiccionales. Al final, eso va a caer por su propio peso”, afirmó Torrico.

El polémico jurista, asimismo, cuestionó los bloqueos y movilizaciones que se activaron en Santa Cruz en rechazo a la detención de Camacho, y afirmó que esas medidas podrían usarse por la parte acusadora como argumento de peligro de obstaculización de las investigaciones y, así, dejar al exlíder cívico en la cárcel por mucho tiempo.

“El apoyo de su departamento, entiendo, lo fortalece, pero 20 días de bloqueo… yo usaría eso para hablar de peligro de obstaculización y no lo dejo salir jamás”, advirtió.

Jhasmani Torrico fue sentenciado a seis años y seis meses de cárcel por secuestro, tortura y extorsión en contra de un mecánico en Cochabamba. De esta pena, cumplió dos años de prisión y se benefició con detención domiciliaria y permiso para trabajar, en junio pasado.