Gente inescrupulosa hizo que la distribución de tierras se convierta en un negocio rentable

Gente inescrupulosa crea comunidades fantasma para traficar estas propiedades.

La destitución del ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Edwin Characayo, detenido cuando recibía un soborno de 20 mil dólares por la titulación de un predio, sacó a la luz pública una verdad que todos conocen, pero parecen ignorar: La distribución y titulación de tierras en Bolivia es un gran negocio para autoridades, funcionarios públicos y dirigentes campesinos.

Según el informe de la Fundación Tierra, el departamento de Santa Cruz es el lugar más apetecible por los traficantes, por ese motivo en los últimos 5 años, el Instituto Nacional de Reforma Agraria, firmó 1.400 autorizaciones de asentamiento de nuevas comunidades donde una gran mayoría son fantasmas.

Lamentablemente, estas tierras al final terminan en manos de grandes hacendados y ganaderos que las destinan a la agroindustria y ganadería intensiva. Gonzalo Colque, director de la Fundación Tierra sostiene que los datos sobre quiénes son los dueños de estas tierras y cuál es el destino que se les da es una incógnita porque el INRA escondió sistemáticamente la información.

Este proceso de mercantilismo y parcelación de la tierra genera a posterior un impacto al medio ambiente, en ese sentido el 22 de abril, día internacional de la Madre Tierra, debería servir para que nuestras autoridades asuman políticas destinadas a cambiar este modelo de distribución por otro donde predomine el cuidado a la naturaleza y el medio ambiente.