Historia del cajón peruano y su introducción al flamenco

El cajón es uno de los instrumentos peruanos más emblemáticos. Es símbolo de la cultura nacional y la música criolla que nos caracteriza. Por ello, el 2 de agosto de cada año se celebra el Día del Cajón Peruano.
Día del Cajón Peruano: un homenaje al histórico instrumento musical
Se suele escuchar su sonido en danzas del centro y norte del país, como la zamacueca y el tondero. Claro está, también es infaltable en la música criolla y es probable que nuestros abuelos y tatarabuelos hayan bailado a su ritmo en fiestas, peñas y presentaciones culturales
Este instrumento tiene su origen en los esclavos oprimidos y traídos desde África en el siglo XIV. A los esclavos vendidos en Perú se les tenía prohibido tocar instrumentos, sobre todo el tambor, el que más dominaban. Sin embargo, ellos deseaban expresarse y salir de la rutina agobiante a la que estaban sometidos mediante la música
Es así que, en su búsqueda de una forma de expresión artística, tocaban en cajas rústicas, pedazos huecos sacados de calabazones u otros artefactos improvisados que funcionasen como percusión. A través de los años, pasó de ser una caja y poco a poco fue convertida –a manos de los afroperuano– en un instrumento musical más refinado: el cajón. Este es un instrumento al que se le puede sacar sonidos desde cualquier parte de su superficie, y se le conoce también como “idiófono”.
Es así que, hoy en día, el cajón ha llegado a todos los hogares y rincones del Perú, incluso a agrupaciones a nivel mundial. Está presente en diversos géneros, como el landó, el festejo, el alcatraz, el panalivio, el ingá, entre otros. Se junta también con la polka criolla, el pasodoble, la marinera y otros ritmos peruanos. Es uno de los instrumentos nacionales con mayor presencia en la música internacional
Incorporación al mundo del flamenco
Fue un genio del flamenco, de nombre Paco de Lucía, quien cuenta cómo él y su compañía descubrieron el que ahora conocemos como cajón flamenco. Corría el año 1977 cuando Paco y cía se encontraban de gira por Sudamérica. En uno de sus conciertos realizados en la Embajada Española de Lima, Perú, se toparon con el concierto de otra cantante muy famosa en el país, Chabuca Granda. En este concierto un afroamericano tocó el cajón y es entonces cuando Paco quedó enamorado de su sonido.
Su sonido “sobrio” encajaba mucho más en el flamenco que cualquier otro instrumento de percusión utilizado hasta el momento. Por ello se decidió importar varios ejemplares tras su vuelta a España. El cajón fue entonces adoptado por los compositores del flamenco moderno como la quintaesencia del género, ocupando un hueco irremplazable en el flamenco.
Evolución del cajón
Muchos peruanos reclaman —con razón— la denominación del instrumento, pero también es verdad que el cajón ha evolucionado mucho desde su inclusión en el mundo del flamenco. No tanto en la forma visible pero sí en su construcción. Detalles como el añadido de cuerdas en su interior (las cuales le dan ese sonido arenoso característico) o la forma de anclar la tapa delantera son algunas de las variaciones del cajón, lo que para muchos es razón suficiente para apellidar al cajón con la denominación de ‘flamenco’.
En la actualidad el cajón se utiliza también con baquetas o pedales más habituales en las baterías. También se empiezan a ver modelos de cajones digitales (como el reciente modelo de Roland) o cajones electroacústicos de un reducido tamaño y con un sonido muy fiel a su original.