Lizárraga «revela» que Murillo le «hablaba bonito» a Áñez y tenía una relación «de besos» con ella
La exministra de Comunicación, quien aguarda el trámite para ser una refugiada política en Estados Unidos, dijo que Samuel Doria Medina llevó a la exmandataria a un consultor para que ella se convenciera de que podía aspirar a la Presidencia.
Desde los Estados Unidos, donde se encuentra tramitando su asilo, la exministra de Comunicación Roxana Lizárraga afirmó que el extitular de Gobierno Arturo Murillo tuvo una relación de “besos y hablándole bonito” con la exmandataria Jeanine Áñez lo que influyó, con ayuda del empresario Samuel Doria Medina, a que oficialice su candidatura a la Presidencia en las elecciones del pasado año.
Todo lo contrario ocurrió con sus otros colegas del gabinete. En entrevista con ERBOL Radio, afirmó que a semanas de haber sido posesionado en el cargo se convirtió en una persona “déspota” que “quería mandar y dominar en todos los ministerios”.
“Con Jeanine, era pues una persona de a besos, todo de besos y hablándole bonito; hablándole que ella corría peligro y que la iba a proteger, que él iba a proteger su vida. Bueno, no sé qué historias más para que él pueda pues hacer los negociados que ahora estamos conociendo”, sostuvo.
En el gobierno de Áñez, el Ministerio de Gobierno era una de las carteras de Estado muy “peleadas”, según la exministra. El diputado de la opositora Unidad Demócrata (UD) Tomás Monasterio también se encontraba “en la lista” de los aspirantes.
Sin embargo, según dijo Lizárraga, quien “se movió más” e incluso consiguió “más padrinos” de la política boliviana de oposición que estaban dentro y fuera del país fue Murillo, entre ellos, el líder de Unidad Nacional (UN), Samuel Doria Medina.
La exministra de Comunicación reconoció que hubo errores en la gestión de transición, tras la renuncia forzada de Evo Morales el 10 de noviembre. Uno de ellos fue el llevar a Áñez la carrera electoral pese a que el único compromiso fue encaminar unas nuevas elecciones tras las denuncias de fraude electoral que al final fueron anuladas.
Según Lizárraga, una de las personas que influyó para que la entonces mandataria se postulara a la Presidencia fue Murillo y también quien fuera después su acompañante de formula a la vicepresidencia fue Samuel Doria Medina, quien dijo que le llevó a un consultor con unas encuestas que había preparado para que se la presenten y tenía un excelente perfil para aspirar a la carrera electoral.
“(Jeanine Áñez) no era una de las senadoras más reconocidas en Bolivia, entonces, se tenía que hacer un trabajo y ese trabajo que salió del Ministerio de Comunicación con todos mis colaboradores lo utilizaron para promocionar más su candidatura”, reveló.
En varias entrevistas y declaraciones de la misma Áñez, aseguraba que no iba a ser candidata y que las únicas misiones con las que ingresó al gobierno fueron pacificar al país y encaminar unas nuevas elecciones generales.
Al final, cambió de opinión. Tras la decisión que tuvieron Murillo y el exministro de la Presidencia Yerko Núñez se oficializó su postulación a la presidencia con Doria Medina como compañero.
Lizárraga, en Estados Unidos, aguarda que se le pueda concretar el refugio político pese a que en Bolivia enfrenta procesos por la aprobación de decretos que se autoriza la compra de agentes antidisturbios con sobreprecio. Murillo, detenido en ese mismo país por el pago de soborno y lavado de dinero, es uno de los principales investigados.