El apetito por los agroquímicos creció 471% en 20 años
Artículo de Tarija Economía (edición 235) para ViralCom
La llamada Revolución Verde, que luego de la Segunda Guerra Mundial gestó el desarrollo de una agricultura con fuerte contenido tecnológico, es la principal impulsora del uso intensivo de agroquímicos. Desde Estados Unidos se lanzó el desafío tecnológico sustentado en la investigación pública y privada, de lo que surgieron grandes corporaciones que hoy dominan la industria de los fitosanitarios y semillas transgénicas.
En Bolivia, con la ampliación de la frontera agrícola, de 3,5 millones de hectáreas a 4,7 millones, previstas en el Plan de Desarrollo Económico y Social 2016-2020, del gobierno del entonces presidente Evo Morales, se incrementó el uso de plaguicidas, especialmente en el departamento de Santa Cruz.
El llamado grano de oro: la soya, es el principal negocio de los agricultores grandes, medianos y pequeños, dado los buenos precios en los mercados internacionales.
Para el director de la fundación Productividad Biosfera Medio Ambiente (Probioma), Miguel Ángel Crespo, la mentalidad que incentiva el uso de agroquímicos es inoculada desde las aulas universitarias, donde el conocimiento sobre el control de plagas se limita a la aplicación de químicos.
“Esto es una falacia, porque nunca existió eso en la era de la evolución de la agricultura”, señala.
Según Probioma con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el uso de agroquímicos se ha intensificado un 471% desde el año 2000 hasta 2020, y que durante esos 20 años Bolivia ha consumido 2.110 millones de kilos de fungicidas, insecticidas, fertilizantes y herbicidas, lo que en dinero representan 3.915 millones de dólares en agroquímicos.
En tanto, el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), con datos del INE, resume que entre el período 2005-2020 las importaciones bolivianas de productos agroquímicos sumaron cerca de 3.800 millones de dólares por la compra de 1,9 millones de toneladas.
Durante dicho lapso, las compras externas de agroquímicos pasaron de 100 millones de dólares hasta alcanzar un pico máximo de importación por encima de los 340 millones de dólares en 2018, para luego descender a 281 millones de dólares en la gestión 2020.
Los datos facilitados por el IBCE indican que la mayor importación se registra en los departamentos de Santa Cruz, Oruro, La Paz y Tarija, que en conjunto representan el 96% del total importado.
En materia de origen de los plaguicidas, durante el 2020, Bolivia importó agroquímicos desde más de 50 países, destacándose China como el principal proveedor con el 33% de participación sobre el valor total, seguido Argentina con el 13% y Brasil con el 11%.