Mientras Pedro Castillo está en prisión, su familia recibe asilo en México

Los seres queridos del expresidente peruano arribaron a la Ciudad de México la mañana de este miércoles, en medio del caso que vive el país vecino.

La familia del expresidente peruano Pedro Castillo. Twitter / @m_ebrard

La esposa del expresidente peruano Pedro Castillo, Lilia Paredes, y sus hijos, Arnold y Alondra Castillo, arribaron a la Ciudad de México.

“(Informarles que) el embajador Pablo Monroy, Lilia Paredes, su esposa (de Castillo), Arnold y Alondra Castillo arribaron a la Ciudad de México, a las 07.51 de la mañana (hora local), procedentes de Lima, Perú. Bienvenido Pablo Monroy, embajador, patriota”, señaló el Mandatario durante su rueda de prensa matutina.

Más tarde, rectificó y expresó que el embajador se hallaba aún en Perú. 

Paredes partió la madrugada de este miércoles del aeropuerto Jorge Chávez, que sirve a Lima, donde fue increpada por diversos pasajeros que también acudían a tomar un vuelo.

El Gobierno incaico declaró el martes «persona no grata» a Monroy y le dio 72 horas para abandonar el país andino en respuesta a la «injerencia» que consideran que han hecho las «altas autoridades» mexicanas y, además, otorgó un salvoconducto a la familia del expresidente para acudir este país, que les ha concedido asilo.

El Canal N informó que la comitiva partió de la residencia del embajador de México en Lima acompañada por escoltas y, al llegar al aeropuerto, Paredes fue increpada por varios pasajeros que la llamaron «sinvergüenza».

La canciller peruana, Ana Cecilia Gervasi, informó en una declaración a la prensa que «el Gobierno de Perú ha declarado persona no grata al embajador de México en Perú, Pablo Monroy, por las reiteradas expresiones de las más altas autoridades de ese país (…), que constituyen injerencia» en los asuntos internos de la nación andina.

Además, Gervasi anunció que el Gobierno otorgó un salvoconducto a Paredes y a sus hijos para ir a México y señaló que informó al Gobierno de esa nación que la esposa de Castillo está siendo investigada por un delito común y que no hay «persecución política».