Hito en la medicina: Operan cerebro de feto que padecía una malformación
Un equipo médico de Hospitales de Estados Unidos operaron el cerebro de un feto de 34 semanas de gestación. El bebé nació dos días después, permaneció en observación durante varias semanas y, ahora, se encuentra completamente estable en su hogar junto a sus padres.
Un feto de 34 semanas y 2 días de gestación presentaba la malformación de la vena de Galeno, por lo operaron su cerebro dentro del vientre de su madre. Este es un hito dentro de la historia de la medicina.
La malformación de la vena de Galeno hace que la sangre fluya peligrosamente en el cerebro del bebé después de nacer. Así mismo, somete al sistema cardiovascular a una tensión considerable, que puede provocar insuficiencia cardiáca e hipertensión en arterias de los pulmones y corazón. La vida del menor que lo presenta presenta altos riesgos si no se trata de forma oportuna.
En la ecografía de la semana 30, la ginecóloga de los Coleman mostró preocupación por el crecimiento que estaba presentando el corazón y el cerebro del bebé. Tras el diagnóstico ya mencionado, la pareja de se enteró de un ensayo clínico en los hospitales de Estados Unidos: Boston Children’s Hospital y del Brigham and Women’s Hospital que proponían un tratamiento anterior, en lugar de uno posterior como se suele hacer.
Aunque ya se han practicado cirugías intrauterinas con anterioridad. El pasado 15 de marzo fue la primera vez que se realizó una operación de estas características (antes que el bebé nazca) para tratar una rara afección.
Los detalles de la embolización (cirugía) se han publicado en la revista Stroke, donde explican que para realizar el procedimiento el feto debía de encontrarse en una posición concreta.
Para ello, la doctora Louise Wilkins-Haug, indicó que aplicaron al bebé dos inyecciones de medicamento: uno para que no se mueva y el segundo para aliviar el dolor.
Darren Orbach, radiólogo neurointervencionista del Hospital Infantil de Boston y la Facultad de Medicina de Harvard, informó que durante la cirugía estaban siendo guiados por ecografía.
Tras la operación la madre perdía líquido amniótico, dos días después dio a luz. Por ello, el equipo médico temia que el bebé deteriore en su salud. Sin embargo, permanecía estable.
Doctores informaron que no requirió tratamientos inmediatos (que se suelen utilizar) o cirugía adicional. Así mismo, tampoco necesito medicación, pero permaneció varias semanas en el hospital bajo observación y control de su cerebro.
A las seis semanas, el bebé de nombre Denver, va progresando positivamente. Gana peso, come con tranquilidad y se encuentra ya en su hogar.