Cochabamba en busca del primer café de altura

Cochabamba siempre fue conocida como el granero de Bolivia, y, ahora, un par de socios buscan que las tierras vallunas también produzcan el grano de café. Jhonny Tapia y Julio Urquidi empezaron el sueño de cultivar a 2.500 metros sobre el nivel del mar (msnm); una hazaña que muchos calificaron como “imposible”, pero ellos están dispuestos a demostrar lo contrario.

El sueño Jhonny Tapia (izq.) y Julio Urquidi (der.) muestran las plantas en las que ponen el ideal de producir café en altura.

El café suele cultivarse a menos de 1.500 msnm y usualmente en un clima húmedo y tropical. En Bolivia, algunas de las regiones más importantes en el cultivo del café son: Caranavi en La Paz, Amboró en Santa Cruz y el trópico de Cochabamba. Según especialistas, la altura y los factores climatológicos son esenciales para la intensidad del sabor del grano.

Jhonny y Julio afianzaron su relación gracias al café. “Un día, conversando, nos contamos que ambos tenemos una planta de café en nuestras casas y dan granos. Entonces pensamos en producir aquí en las alturas. Sería el primer grano de café a 2.500 metros de altura”, señaló Julio.

El terreno donde se siembra el sueño se encuentra en el punto tripartito entre Colcapirhua, Tiquipaya y El Paso (Quillacollo). En el lugar se tienen más de mil plantas de tres variedades de café. Se hacen diferentes formas de plantación para experimentar y encontrar la técnica más favorecedora para la planta.

Jhonny es licenciado en Turismo y Gastronomía. Se especializó en Alemania, donde cultivó su pasión por el café. Tras vivir 10 años en el exterior, volvió para emprender Parlawi, una marca que busca promover el café boliviano. Él se dedica a estudiar los diferentes métodos y a ponerlos en práctica con su socio Julio, que se considera también en un apasionado del café dispuesto a apoyar la iniciativa.

Como primer punto, buscaron una tierra especial para el terreno. “Se necesita tener un PH específico que este suelo no tiene de manera natural. Buscamos la tierra y la colocamos para plantar”, explicó Urquidi.

Uno de los métodos de plantación es por sombra natural. En un sector del terreno cuentan con árboles de eucalipto que se alzan en más de 10 metros junto a las pequeñas plantas de café que no tienen más de ocho meses de estar sembradas y apenas alcanzan los 30 centímetros.

“El café necesita sombra y mejor si es natural. Las colocamos (a las plantas) aquí al aire libre para que se aclimaten y den el grano. No utilizamos pesticidas ni insecticidas; tratamos de que todo sea lo más natural posible”, agregó Urquidi.

En un segundo espacio se tiene a las plantas con sombra dada por telas antiheladas. De igual modo, se trabajó el terreno y se plantó el café. Aún se tendrá que esperar entre un año y medio a dos para que alcancen la altura de más de un metro y comiencen a dar frutos

Finalmente, están los viveros. Son tres en total. Uno de ellos está en proceso de preparación para recibir las plantas. El segundo ya cuenta con plantas de unos 30 centímetros y que se encuentran acompañadas por árboles de manzano.

“La producción de café requiere mucha paciencia, así que la idea es tener otras plantas sembradas. En este caso, elegimos la manzana para que dé frutos mientras se espera el café”, explicó Tapia.

Por último, el tercer vivero es para las plantas más pequeñas. En el lugar se tienen cajas de arena con un tamaño de un metro y medio por un metro y medio. El ambiente es cálido y se trata de mantener las mejores condiciones posibles para que las plantas pasen al trasplante, aclimatación y, finalmente, sean colocadas en la tierra en alguno de los dos mecanismos anteriores.

“Las ponemos en arena para luego extraer las plantas de raíz sin que ésta se rompa o se dañe. Al hacer el trasplante, también hacemos el primer control de crecimiento, porque la raíz es un indicador sobre cómo está la planta”, precisó Jhonny Tapia.

Jhonny y Julio dedican al menos tres días de la semana al cuidado y trabajo en las plantas de café. Ambos se expresan con determinación sobre la factibilidad del proyecto que tiene varios objetivos.

Objetivos

El primer objetivo de los socios es conseguir la producción de café a 2.500 msnm. Se pretende que este café no sea para un consumo masivo, sino más bien de tipo gourmet.

Otro de los objetivos es que el café cochabambino, y boliviano en general, sea prioridad en el consumo nacional. Es decir, que la población del país prefiera tomar una taza de café nacional que importado, precisó Urquidi.

En los últimos años, el país exportó 1,4 millones de kilos de café gourmet por un valor de 9,3 millones de dólares. Sin embargo, la importación fue el doble, pues se introdujeron al país 3,2 millones de kilos de café soluble (instantáneo) por un valor de 15,5 millones de dólares, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE). “Si logramos un 2 por ciento de consumo de café a nivel nacional, ya tendremos un logro”, aseveró Urquidi.

Como tercer objetivo está buscar un mercado exterior. Esto significa buscar mercados para exportar el grano cochabambino. “En otros países se tiene mayor cultura del consumo del café y es ahí donde queremos llegar, porque el café boliviano tiene muy buena calidad”, aseveró Tapia.

Finalmente, los socios esperan que este procedimiento de producción de café se profesionalice y no sea sólo “buena suerte”. Ambos coinciden en que seguir pasos en los procesos con la tecnificación de los mismos permitirá explotar de manera adecuada las bondades naturales que tienen las tierras cochabambinas y bolivianas.

“Se dice que el cacao boliviano es de los mejores del mundo, ¿pero qué se hace por sacarle provecho? No se tiene un procedimiento que permita explotarlo de la mejor manera y eso no debe pasar con el café”, finalizó Urquidi.

Ambos socios trabajan desde su conocimiento y experiencia, pero están abiertos a compartir con profesionales que deseen aportar con su formación. Para contactar con ellos, se puede hacer a los siguientes números: 70739457 o 71428523.

Café boliviano

Jhonny Tapia apuesta por el café boliviano. Su emprendimiento Parlawi recoge el grano de café de todo el país para ofrecerlo al mercado cochabambino luego de un procesamiento que permita explotar su potencial.

Entre los granos que compra están de los Yungas de La Paz, Santa Cruz y también promueve la producción en las tierras bajas del municipio de Colomi en Cochabamba. En su página de Facebook: Parlawi Café & Lab usted podrá encontrar desde productos hasta cursos. Cochabamba es un departamento con potencial de café escondido.