Joven adecúa su moto y sale a fumigar gratuitamente las calles de Cochabamba

Jhonatan Quiroz, de 30 años, tiene vocación de servicio desde niño. El año pasado, cuando inició la cuarentena, entregó canasta solidarias a familias de la zona sur, sobre todo en K’ara K’ara.

 

 

La vocación de servicio de Jhonatan Quiroz Jiménez es algo que lo acompaña desde que era niño, pero, luego de que llegó la pandemia del coronavirus a Cochabamba, se afianzó aún más y ahora lleva adelante una cruzada para desinfectar las calles de la ciudad.

El joven, de 30 años, adecuó su moto con un generador de electricidad y un turril de agua para fumigar, gratuitamente, barrios y plazas con el objetivo de hacer algo para frenar los contagios de COVID-19 en el departamento.

Sin embargo, esta no es la primera vez que lleva a cabo un bien social. El año pasado, durante la primera ola de la pandemia, armó canastas familiares para entregar a personas de escasos recursos económicos

Luego de recurrir a varias empresas para pedir colaboración y ayudado por sus propios recursos, logró reunir 100 canastas, que se entregaron en la zona sur.

Con esa experiencia, cuando llegó el pico alto de la segunda ola y ante la poca respuesta de las autoridades, Quiroz decidió hacer algo por su propia cuenta.

Con la ayuda de su suegro, modificó su moto y le construyó una especie de chata donde incorporó un generador de electricidad que tenía en casa —que estaba en mal estado y lo reparó para utilizarlo— y un turril de agua que también estaba sin uso. Luego, añadió una hidrolavadora para rociar el desinfectante en las calles. Invirtió alrededor de 4.000 mil bolivianos en tener todo su equipo de fumigación listo.

Hasta el momento, recorrió la avenida Circunvalación, la plazuela Marcelo Quiroga Santa Cruz, Jayhuayco, 6 de Agosto y, sobre todo, K’ara K’ara.

“La voluntad sobra, las ganas hay que tenerlas y la fe hace que muevas todo lo que piensas realizar”, afirma Quiroz.

Cuenta que, hasta el momento, no se enfermó y le agradece a Dios por mantenerlo sano. “Cada mañana que salía a entregar las canastas y ahora que salgo a fumigar, me levanto, me pongo de rodillas y digo ‘mi Dios, no estoy yendo a jugar fútbol, ni a verme con mis amigos, estoy yendo a hacer el bien, que sea tu voluntad’ y hasta ahora no conozco lo que es el virus, ni mi familia, gracias al Señor”, relata.

El joven vive en la zona de Jayhuayco y trabaja en una imprenta; todo el tiempo que tiene libre lo dedica a hacer una obra social. Su familia lo apoya, pero también tiene temor por él cada vez que sale a la calle.

Toda la fumigación que realiza no tiene ningún costo, solo pide que los vecinos le regalen agua porque es complicado movilizar el líquido desde su casa. Él se encarga de llevar los implementos de desinfección, como el amonio cuaternario de quinta generación.

Para solicitar la desinfección de su barrio se pueden contactar con Jhonatan Quiroz al teléfono 61592979.